Tu prologo
Inspirada noche que acaricias las cortinas de mi cuarto,
que averiguas en los poros de mi mente vertiginosa cada día que te parió,
e creado lo inmortal de mis deseos fugitivos o encerrados,
al destiempo en que la guardo en los recuerdos de la historia que empezó.
Va tomar un rato el conocernos, en nombrarla alguien, en moldear su cara.
Vamos a estar de frente, modelando la malicia de tan pulcros días muertos,
añejando el tiempo, retocando la figura de su estatua por mi mente idealizada.
Tu olor... el aire que se filtra entre los huecos de la cerradura de mi celda
¡Hay tu olor de días! hueles como la primera vez que mi cuerpo se erizó por la nostalgia,
al pensar que de mi tu serías mi mas fiel y sincera compañía, y así fue, te adiviné.
Dama de soles y prostíbulo de los deseos irrealizados, compañera del gato,
tono del violín o de las cuerdas que solfean el compás de algún entierro por amores desvariados, apenas estamos vivos, apenas te estoy llamando...