Dime qué me duele...

Dime qué me duele, semilla de girasol,
lengua perforada de espinas,
dime lo que me duele cuando escucho entrar tu rudo temblor.

Menea tus senos en mis horas, rózalos en mi espalda,
acércate a la casa orgsamica del preludio de mis manos,
hínchate de mi, lárgate de mi, bebe de mis lagrimas de a gota.

¿Por que no me sale de verdad aullar cuando me veo al espejo
si vengo de la luna llena que quedaba en tu rincón acariciado?...

Si me permites darme medio día para alaciar tu pelo,
sin pago anticipado ni devolución en rizos,
si me permites hacerte eso, más ruido, más loca, más tus manos,
seré escultor eterno del monumento fantasmal que me guardado.

Hoy cenamos a las siete, mañana en la mañana te despierto.
Prenderemos yerba y en la noche nos intoxicamos.
Después de buscar el vuelo corto, se borrara la nube
y hemos de caer de nalgas en lo trenzado de la rama
que aun no hemos madurado...